Una base de tortillas de maíz fritas, salsa abundante y espaciada y, para rematar, crema, queso y huevo frito: los chilaquiles mexicanos no solo son el mejor invento para la resaca, sino también un fabuloso almuerzo.
500 g de Nopal Imperial
4 Pimientos de padrón
5 chiles de árbol (o el picante de tu preferencia)
1/2 cebolla
3 dientes de ajo
1/4 manojo de cilantro
El jugo de 1 limón
Sal al gusto
Pimienta negra recién molida al gusto
1/2 cubo de caldo de pollo